testimonios + 2014 Septiembre 3, Guatemala

OTROS TRES TESTIMONIOS SOBRE EL DESALOJO VIOLENTO DE UN GRUPO DE CALLE EL 26 DE AGOSTO PASADO

 

¿Qué lograron las autoridades municipales que ordenaron el desalojo de un grupo de jóvenes de la calle que desde hace cinco años vivían en El Tanque de la Avenida Bolívar? Solo obligar a esos jóvenes a dormir en la calle, compartiendo los pocos ponchos que lograron salvar. Como protección contra la lluvia tienen sólo una cornisa de una casa cercana. La vecina les conoce y les permite dormir allí. Ellos se comprometieron a mantener el lugar limpio. Otra vez pedimos a las autoridades municipales lo que quieren hacer para facilitar la inserción de esos jóvenes en la sociedad. Es urgente que tengan un techo para evitar las enfermedades en estos tiempos de lluvia. Pedimos también a las otras asociaciones que hacen parte del Foro de Protección a la Niñez y Juventud en situación de Calle que se unan a la protesta del Mojoca y a su búsqueda de una solución pacífica.

 

Manuel: Ellos ya habían avisado que iban a desalojar el tanque hace como tres meses, después ya no lo cerraron. Cuando llegaron nosotros no sabíamos, unos compañeros estaban durmiendo, otros haciendo limpieza, otros cocinando. Ellos nos hubieran avisado que iban a derrumbar el tanque; si un compañero no se hubiera quitado del lado donde estaba la pared, le hubiera caído en la mitad del cuerpo. Algunos compañeros corrieron para sacar sus cosas, lo más necesario. Después comenzaron a destruir el tanque. De una vez lo derrumbaron. Sí nos asustamos bastante. Nosotros no hicimos violencia, ellos llegaron y nos empujaron para que nos hiciéramos atrás; mejor nos salimos para no actuar de otra manera y no provocar violencia. Mejor nos hubieran avisado y nosotros hubiéramos dejado que ellos hicieran lo que iban hacer. No nos dejaron sacar ya nada. Lo bueno es que nadie quedó lastimado, gracias a Dios no nos pasó nada.Ahora nos estamos quedando alrededor de una casa de dos niveles. No nos dicen nada, solo que mantengamos limpio, que no molestemos a la gente y mantenemos limpio.

 

Sara: Ese día yo estaba haciendo limpieza y no sé cómo me di cuenta que habían botado una pared y me iba a caer encima. Ellos nos habían avisado unos meses antes, pero sí, ellos de una vez solo llegaron a derrumbar todo. Nos dijeron que juntáramos nuestras cosas porque iban a derrumbar el tanque. Tuve mucho miedo porque yo tengo una hija, y mi familia. Hubo gente que ya no nos quería ahí.

Ahorita estoy viviendo enfrente del tanque. Compartimos nuestros ponchos con los demás compañeros. A veces llega la policía a pegarnos y a veces tratamos de tranquilizarlos pero ellos nos tratan mal. Pero sí estuvo mal que ellos no nos avisaran. Gracias a Dios no nos pasó nada y todos estamos bien, pero sí nos sentimos mal porque perdimos muchas cosas que nos servían y nos han costado.

 

Joselyn: Ese día solo escuchamos que los compañeros dijeron: “cuidado van a botar la pared”; logramos sacar algunas de nuestras cosas y después ya no nos dejaron entrar. Ellos no nos avisaron, solo llegaron a destruir el tanque, no hubo violencia ese día.

Gracias Dios no hubo nadie lastimado ese día, entre nosotros mismos nos ayudamos, ellos solo tomaron acción de lo que iban hacer sin avisarnos ni nada. Cuando se hace un desalojo alguien tiene que hablar con los derechos humanos o la Muni para avisar del desalojo. Hubo varios compañeros que se quedaron sin nada. Fuimos pocos los que logramos sacar lo poco que teníamos. Se nos ha hecho difícil porque no tenemos dónde cocinar y en la noche ya no es tan seguro porque pasa la policía, y a veces solo llegan a hacer pelea. Ese día tuve miedo, no sé de dónde saqué valor para poder sacar mis cosas. Yo pienso que no era la forma, si ellos nos hubieran dicho “desalojen” hubiéramos sacado todas nuestras cosas, aunque eran cosas sencillas y no lujosas pero nos ha costado mucho hacerlas.

MOJOCA nos apoyó ese día. Nos dijeron que nos tranquilizáramos. El equipo de calle se estuvo casi todo el día con nosotros, nos llevaron almuerzo.

Ahora que Dios nos de sabiduría para buscar un lugar, y que me guíe el camino para dejar las drogas y salir adelante. Yo sé que puedo porque soy una mujer luchadora y lo que hicieron los de la Muni no me va a detener. Debo salir adelante por mi hijo, tiene que  estar en un lugar mejor y que no le falte nada.

 

Gérard Lutte